lunes, 3 de marzo de 2014

Los moscardones nos persiguen

Déjame que me enfade...ahora me toca a mí ponerme seria. Es más te diré que estoy cabreada, asqueada, mosqueada. ¿A caso no sabes que soy muy observadora?, ¿Es nuevo si te dijera que soy intuitiva?. Qué pena que aún no puedas decir "Te conozco lo suficiente como para..." 
Los moscardones siempre andan detrás de la oreja...comiéndonos a mordiscos cuando escuchamos algo que nos hace dudar, volviéndonos mal-pensadores de la vida. Son nuestra conciencia nada más levantarnos, sobre lo que nos toca hacer hoy, que no hicimos ayer. Los moscardones son gritos de desesperación que no paran de acobardarnos cuando hay algo que no hicimos bien. Pero los moscardones también se cansan, si tú callas la boca a tu conciencia al final...la dejarás muda. Si me callas la boca a mí...te aseguro que el moscardón se irá, hace tiempo decidió no echar el ancla al mar. No te lo tomes a amenaza, tómalo como un consejo...hay frases que dicen "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"...Yo te aseguro que no valgo nada, pero soy un moscardón y mis palabras plantan cara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario